viernes, 2 de marzo de 2018

OCHO POEMAS 2017



1
LA INCONGRUENTE HISTORIA DEL SER HUMANO

He gastado mi tiempo
en comprender el Mundo y su historia
y no he entendido nada.

La bola Terráquea es grande y pequeña
está habitada por millones de animales
y  vegetales,
hay unos siete mil millones
de seres humanos
divididos en sociedades
por distintas zonas geográficas
diferentes etnias, diversos lenguajes, dispares costumbres,
enfrentadas creencias
y varias ideologías...

un maremágnum
de variables incontroladas
tan difícil de entender
en muchos momentos
como el misterio de la Trinidad Cristiana
o las líneas retorcidas
de las fronteras entre países
pueblos
provincias
comarcas
o tahas
y solo tenemos en común efectivo
que nacemos y morimos,
que somos duales entre el bien y el mal
con una genealogía y filogenia idéntica, en toda la humanidad...

Soñamos lo que no somos, creemos
en lo increíble por fe
y tenemos esperanza
-¿esperanza de qué?-
distorsionamos la realidad
para adaptarla a nuestro entorno
disfrutamos de las cosas de la vida
y al mismo tiempo las destruimos
y soñamos con la técnica, la ciencia, las artes,
el pan y el vino,
y queremos un mundo mejor
para nuestros hijos -que nunca llega-
andamos con dos pies, pero vamos de cabeza
y soñamos con las guerras, con el poder, con la avaricia, con el amor,
con la generosidad y empatía, pero somos egoístas, falsos y mentirosos...

Y gastamos el tiempo
en comprender el Mundo y su Historia
y todavía, no nos hemos enterado
de nada.

La explicación está en la subordinada incoherencia de ser,  los seres
más tontos de este Mundo
aunque algunos digan que somos
los seres inteligentes,
y si así fuera, necesitamos un antídoto, una explicación que aclare
porqué estamos aquí, para qué...
¡qué es esto!

Y no me digáis que está todo en la Bíblia o en el Corán o en Talmud
porque no me lo puedo creer.

Queremos vivir separados, independientes,
pero eso es imposible:
siempre dependeremos de los que mandan,
de los astutos corruptos,
de los que sueñan con "ínsulas baratarias"
de los amores y los odios
y, cómo no, de la tierra, del viento, del agua
y del fuego.

Lo demás es impostura.

2

UNA VOZ INTERIOR

Surgió del túnel del tiempo
como recordatorio de la inmensidad
que no captamos.

Era de una claridad vertiginosa
prendido del descuido de la energía
-un video silencioso-
que inevitablemente eludimos.

Y fue tomando forma
viéndose los sueños derramados
por el suelo,
tratando de ponerse en orden
sin éxito.

Setenta años estaban frente a mí,
subiendo por una escalera
a la que le faltaban escalones,
me tembló la voz,
lloré,
me enfrenté al espejo vacío
y le pregunté:
- ¿quién eres?
-tú, me contestó
-aquí están tus ausencias, tus miedos
y tus cotidianas monotonías.

Tuviste el privilegio de vivir mucho tiempo
y apenas conseguiste ser un desconocido, casi invisible,
desnudo hasta los pies sin que fueras trasparente...no se te veía,
¿qué has hecho durante tu periplo?
apenas nada,
pues tú querías vivir, sí,
pero fuiste demasiado
pusilánime...

Pronto tendrás que venir conmigo.

3

DÍAS NORMALES Y ANORMALES

En días normales
no se escribe poesía
ni cartas de amor desesperadas.

Suele ocurrir que se escribe
cuando hay una pasión
que distorsiona lo normal,
es decir: en día anormales
cuando alguien necesita
redimir su mundo extraño
con la lírica de un soneto
o en cualquier tipo de glosa
pues al terminar la métrica
y rimar la glosa con alguna cosa
se siente un literato importante,
respira mejor, y se cree alguien.

Sin embargo en días normales
si contamos nuestras cuitas y alegrías
no suele ser en verso,
sino riendo en la barra de un bar
con una cerveza, a un amigo.

4

CAMBIO DE TIEMPO

No sé por qué fue,
por qué de pronto llovió,
por qué me sentí
tiritando sin luz,
andando desnudo y mojado
como un carcamal.

Tuve la sensación
de andar boca abajo
sin rumbo y al revés.

No sé qué pasó
con aquellas pequeñas nubes
que hacen que llueva
sin razón ni querencia.

Desilusión
por cosas que te sonríen tristes
que te hacen dudar
y no tienen explicación,
pero te están avisando
que por ahí, no.

5

PIES DE PLOMO

Hay que ir por el mundo
con pies de plomo
para no elevarnos a la alturas
gravitando emocionalmente
o por si caemos
en el ensamble imantado.

Y antes de doblar una esquina
deberíamos comprobar la fuerza del viento
la gente que pasa
o si es la dirección correcta.

Los sueños hay que dormirlos
para despertar descansados
y ver la realidad
porque el deseo es tan imperioso
que nos aboca hacia el abismo.

Prever los peligros y ser confiado
pues la dualidad de las cosas
y las personas
nos hacen tropezar por no mirar bien
a los adoquines y a los ojos.

Y escribir poesía en servilletas de bar
para que las palabras se mojen en vino tinto
y tengan la alegría del borracho
que siempre dice la verdad.

No caminar como un niño a trompicones
pero ser como un niño
sencillamente
con la inocencia del simbolismo mágico
viviendo sin pasado ni futuro, sino aquí
y ahora.

6

AHORA SÍ LO SÉ

Ahora que ya no,
he de poner la ilusión en los faros de la costa
y dirigir los caminos a buen puerto.

Ahora sí lo sé,
no había habitáculo posible donde convivir
porque teníamos divididos los espacios,
los tiempos, y los intereses.

En nuestro jardín imaginario
el peral daba manzanas, el limonero papayas
Nos queríamos
pero nunca supimos para qué.

Y lo sentí,
sentí un escalofrío en pleno verano,
como si hubiéramos vuelto de Nueva Zelanda
donde nunca estuvimos.

Al tiempo lo entendí mejor:
el sirimiri es agua que moja, pero no cala.

Cuando el amor no cala, se secan los charcos,
y cuando empapa se desbordan los cauces
y nunca se olvida.

7

EL SORPRESIVO POEMA

Es imposible disfrutar algunas experiencias,
como cortar el agua de lo sensible
o vivir en la tonalidad ocre de los otoños,
si no fuera porque los hechos insólitos
están en los poemas.
Ellos son sensaciones del gozo oculto,
marasmos complejos de temores y placeres
que solo se encuentra o disfrutan
en los buenos poemas.
Son como mecanismos de la naturaleza
que habitan en los continuos cambios
que se perciben con los ojos de la cara
-un buen día por casualidad-
y nos sorprende desconocer el cómo,
pues su esencia está en el poema.

8

EL DEMONIO

Vio entre la hojarasca, un demonio distraído
paseando por los verdes campos del Edén,
cogió el móvil y llamó al ángel de la guarda
porque el diablo le decía, ¡anda ven, ven!
y tuvo miedo, sí señor, mucho miedo,
pues gritaba ¡abstenerse está muy bien!
que no, que no, le dijo él, que no, Rajoy,
y salió corriendo y chillando...
¡anda que te den!
Oyó entonces las sirenas de los coches patrulla,
mas cuando llegaron los ángeles con San Gabriel,
más de uno habían votado, por miedo,
que sí,
incluso el hada madrina Susana, también,
así que, Pedro, se quedó solo
en la estacada
yéndose como Botero al infierno con desdén.

© Luis Vargas Alejo